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Secretaría de Educación
Laura Castro

Sor Ángela Jiménez, la mujer de las 3M

Ser mamá no es para nada fácil, ser maestra tampoco es algo sencillo y dedicarse a las matemáticas, menos que es simple. Ahora, dedicarse a esas tres cosas a la vez es una vocación titánica, aunque para esta mujer no es tan complicada, solo es cuestión de hacerlo todo con amor y con la mejor energía.

Eso se ve reflejado en lo que sus estudiantes piensan de ella, como sucede con dos chicas a las que no les iba bien en matemáticas, no les gustaba estudiar estas e incluso no asistían a las clases; sin embargo, hoy muestran gran interés en la materia. Una de ellas es María Camila Álvarez, quien hace parte del proceso Caminar en Secundaria de la Institución Educativa La América; ella señala que aunque no le gustan las matemáticas, ahora, con la profe Ángela, las comprende bien.

Al contrario de su amiga, Paola Andrea Gil cuenta: “A mí sí me gustan las matemáticas, pero desde que me las sepan explicar, y Ángela es la mejor en eso. Ella sabe explicar muy bien y nos tiene bastante paciencia; eso la distingue de otros docentes de matemáticas”.

Caminar en Secundaria, un reto al que esta maestra le ha seguido el paso

Sor Ángela Jiménez es licenciada en Matemáticas de la Universidad de Antioquia y lleva 15 años como educadora, primero en el sector privado y hace siete años en el público, en los establecimientos La Sierra, Lusitania Paz de Colombia, Alfredo Cook y La América, donde se encuentra actualmente y donde se terminó de apasionar de un programa que busca que los muchachos que se hayan retirado de las instituciones educativas vuelvan a las aulas y, más aún, que se enamoren del estudio.

Para lograr este propósito lo primero que ella hace es nivelar a sus pupilos, por lo que se sienta con cada uno de los jóvenes que se reincorpora al colegio, en los descansos o después de clases, o busca la ayuda de otros alumnos que les vaya muy bien en la parte académica. Luego, se enfoca en ganar y mantener su atención en clase, por medio de rompecabezas, dominó de fracciones, siluetas y otros juegos y actividades lúdicas.

“A veces desde niños nos meten en la cabeza que las Matemáticas son difíciles, que son complicadas, pero no tiene por qué ser así. La clave está en motivar a los chicos para que ellos se den cuenta que las Matemáticas están en todo y que sirven siempre, y para toda la vida”, explica la docente, quien logra transversalizar esta área con otras, como Artística, Ética y Religión; por ejemplo, poniéndolos a dibujar su autorretrato, en el que además de aprender conceptos de medidas, ubicación y simetrías, también se ocupan de los valores y el proyecto de vida de los estudiantes.

“Este proceso es un logro diario”

Sor Ángela Jiménez se confiesa una enamorada de Caminar en Secundaria no solo porque gracias a esta iniciativa muchos chicos que no se atrevían a regresar a la escuela, por el temor a burlas, puedan hacerlo, sino también porque ha conseguido que sus estudiantes se interesen más en el estudio. Generalmente, los jóvenes que están en dicho programa no cuentan con acompañamiento familiar, tienen vacíos académicos o experimentaron inconvenientes con anteriores maestros por lo que el proceso con ellos debe hacerse más despacio para lograr que se les faciliten las materias, “pero ha sido un trabajo muy bonito porque los veo avanzar, veo que ya se sienten motivados, y eso me llena de emoción”, concluye la mujer de las 3M: mamá, maestra y matemática.