Inclusión

La educación inclusiva es un proceso permanente que reconoce, valora y responde, de forma pertinente, a la diversidad de características, intereses, posibilidades y expectativas de las niñas, niños, adolescentes, jóvenes y adultos. Su objetivo es promover el desarrollo, aprendizaje y participación, con pares de su misma edad, en un ambiente de formación común, sin discriminación o exclusión alguna, y que garantice, en el contexto de los Derechos Humanos, los apoyos y ajustes requeridos en su proceso pedagógico, con prácticas, políticas y culturas que eliminen las barreras existentes en el entorno educativo.

Principios

Significada no como anormalidad sino como característica natural e innata de todo ser humano, que lo hace singular y diferente a los demás (Ministerio de Educación Nacional -MEN-, 2013. P. 12).

Concebida como “el conjunto de relaciones entre diferentes grupos culturales, que conduce a un proceso dialéctico de constante transformación, interacción, diálogo y aprendizaje de los diferentes saberes culturales en el marco del respeto” (MEN, 2013 p. 13).

Consiste en “dar a cada estudiante lo que necesita, en el marco de un enfoque diferencial; en educar de acuerdo a las diferencias y necesidades individuales” (MEN, 2013. P. 14).

Se refiere a la importancia de que cada ser que interviene en el contexto tenga voz, y esta sea escuchada y aceptada. También se plantea en relación con las experiencias compartidas por todos los miembros de la comunidad y que tienen una meta común (MEN, 2013. P 12).

Es el resultado de la suma entre igualdad y equidad. Requiere contemplar las diferencias para distribuir adecuadamente los recursos.

Característica común compartida. Remite a la base general de derechos y responsabilidades de los ciudadanos que integran una sociedad.

Introduce el principio ético de justicia, que remite a la consideración de la especificidad de la singularidad humana.

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