Cuando un computador es un objeto mágico que ayuda a cumplir los sueños
Cuando al final del Bootcamp de Movilidad y Medio Ambiente los jurados anunciaron el nombre del equipo ganad, que fue Organik, hubo una reacción de una estudiante que llamó la atención, de una forma particular.
Maira Alejandra Leudo Rivas gritó más que todas, saltó y hasta lloró de alegría. Y no era para menos, el premio al que se había hecho merecedora era un portátil, una herramienta de estudio que ella había estado anhelando desde hacía tiempo, en especial porque está adelantando su media técnica en Desarrollo de Software, pero que por falta de recursos no había podido obtener.
Ahora, su emoción no era solo por haber ganado un ordenador sino por lo que este le iba a representar para su estudio. “Muchas veces la falta de computador me dificultaba hacer las tareas o no las podía realizar completas, pero ahora con este equipo sí las voy a poder terminar. Y ver que me lo gané gracias a mi esfuerzo, me hace muy feliz y estoy segura que va a hacer también muy feliz a mi mamá, porque va a saber que me dispuse a algo, di lo mejor de mí y lo logré”, expresa Maira.
Esta cartagenera llegó hace cinco años a nuestra ciudad, por causa del desplazamiento y temas familiares. Una vez acá fue víctima de situaciones de acoso escolar que la llevaron a cambiarse varias veces de plantel y a sufrir problemas de depresión y ansiedad. Por suerte, las cosas cambiaron cuando llegó a la Institución Educativa Dinamarca; allí la han hecho sentir en familia y le han brindado mucho apoyo; incluso, la joven recalca que su profesor de sistemas Clader Egidio Mosquera fue quien la animó a inscribirse al bootcamp, habló con el rector para darle el aval de ir en representación del colegio y hasta le dio los pasajes para su desplazamiento hasta el Vivero del Software.
No es de extrañar entonces que Maira hubiera llamado de primeras a su profesor, para contarle que, con sus enseñanzas en la media técnica y en el grupo de robótica, ella pudo aportar varias ideas al equipo Organika para diseñar el aplicativo de reciclaje con el que ganaron la competencia y que le valió poder llevarse un computador para su casa.
Y es que Maira tiene claro que en el bootcamp no solo ganó una herramienta clave para terminar bien su bachillerato sino también para estudiar en el exterior, transformar su futuro y ayudarle a su familia: “Quiero prepararme profesionalmente, ir a la universidad es algo que he deseado siempre. Yo sueño poder estudiar Ingeniería Mecatrónica en la Universidad del Valle de México, incluso he estado averiguando sobre su programa de becas, para ver de cuánto sería la ayuda, y ahora con mi portátil esto se me facilitará más”.
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